Hoy se publicó en el Boletín Oficial el decreto que fijó las nuevas bases de los impuestos a “autos de lujo” que delineó el Gobierno Nacional; la industria local, beneficiada.
Todo comenzó a fines de 2013, cuando se confirmó que desde el primer día de 2014 comenzaría a regir gravámenes para autos, motos, barcos y aviones. En concreto, en el sector automotor, afectó a los autos de media y alta gama, en un contexto en donde durante aquél año se produjo un récord de ventas y un repunte histórico en los patentamiento de vehículos Premium gracias al desfasaje entre el dólar blue y oficial con respecto al peso. La inflación y devaluación hicieron que en el último día de 2014 se revieran esas bases y se aumentaran un 15%, es decir que afectó a los autos que superaban los 274 mil pesos (final al público) y la segunda, a los que contaban con un precio de lista de 442 mil. Esta medida estuvo vigente hasta el 30 de junio pasado, cuando tendría que haber sido revisada y actualizada.
Sin embargo, ese día no se llegó a una resolución ni tampoco al siguiente, sino que hoy se publicó en el Boletín Oficial el decreto presidencial que indica que el nuevo piso arranca desde los 340 mil pesos, y la segunda, desde los 455 mil (siempre en base a precios al público). Pero en esta ocasión, hubo una modificación con respecto a las medidas antes aplicadas, dado que ahora, los autos fabricados en el país que superen los valores de las escalas tributarán un 10 y 30 por ciento, respectivamente, mientras que aquellos que provengan del exterior lo harán en un 30% y 50%.
Así, los vehículos nacionales que eran impactados no solamente ya no se verían afectados por correrse el límite (hay que esperar algunas confirmaciones de precios desde las marcas), sino que de superarlo, se verán en ventaja contra sus rivales que llegan del extranjero. Por ejemplo, los Ford Focus, Renault Fluence o Citroën C4 Lounge, serán más económicos que un Toyota Corolla, de origen brasilero y líder hasta el momento de un segmento popular como el de los sedanes medianos.
De esto modo, entrarían en conflicto los intereses de países productores de vehículos que abastecen a nuestro mercado, como Brasil, no solamente el principal proveedor de vehículos en Argentina , sino que también, el importador más grande que tiene la industria local. Algunos de los modelos afectados son el Honda Civic (compite contra los anteriormente mencionados), Jeep Renegade (ante el Honda HR-V) y Chevrolet TrailBlazer (rivaliza contra la Toyota SW4).
Este decreto tendrá vigencia hasta el 31 de diciembre de este año, y la próxima administración del país tendrá que ver qué hace con él, cuando asuma el 10 de aquél mes.
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