Honda GLH 150: robusta, confiable, pensada para un duro trajín laboral

INDUSTRIA NACIONAL “La Gaucha”, así le dicen a esta 150, es uno de los siete modelos que Honda fabrica en su planta de Campana, provincia de Buenos Aires.

La Honda GLH 150 o “La Gaucha”, como se la conoce a partir del spot comercial que hizo la marca en la Argentina, es una moto sencilla, sin aspiraciones “emocionales”, pero muy eficiente y confiable para un uso urbano, y especialmente pensada para el trabajo. 

Honda ya ofrecía en nuestro mercado otra moto de 150 cc de cilindrada, su famosa “Titán”. ¿En qué se diferencian? La Titán es un poco más sofisticada, con un diseño más atractivo y un tablero digital, por ejemplo. La Gaucha es más barata (249.990 pesos contra los $ 337.400 que cuesta la Titán) y tiene además una gran ventaja: el motor es a inyección electrónica mientras que la Titán sigue con el clásico carburador. Esto garantiza un arranque en frío excelente en cualquier condición climática y, además, una mejora en el consumo de combustible. Otro elemento que distingue a esta GLH es su robusto portaequipajes, incluso con unos tarugos pensados para atar carga. Más de laburo no puede ser. 

La medición de consumo nos dio unos 2,5 litros cada 100 kilómetros. Así, con un tanque de 10,2 litros de capacidad, tiene una autonomía de alrededor de 400 kilómetros. La caja de cambios de 5 marchas, tiene una primera con una relación bien corta, bueno para llevar un acompañante “pesado” e igual salir con agilidad; pero, si vas solo, vas a tener que pasar rápidamente a segunda para no pasar de vueltas al motor. Si bien el tablero es analógico (velocímetro y tacómetros de agujas, bien tradicional), tiene un indicador digital que te muestra en qué marcha está la caja. Esto es muy práctico especialmente al detenerse, para dejar la caja en punto muerto (lo indica con la N de “neutral”). 

El chasis de la GLH 150 da forma a un conjunto liviano (129 kg en orden de marcha) y ágil. Es además una moto angosta, con el asiento bastante bajo (queda a 77,1 centímetros del suelo) y el manillar cerca del conductor. Con todo esto, se consigue una muy cómoda posición de manejo y es, además, una moto muy propicia para principiantes y para quienes quieran aprender a manejar. Las suspensiones se componen de una horquilla telescópica convencional y un juego de amortiguadores hidráulicos con ajuste de precarga en sus resortes. Está todo orientado hacia el confort de marcha y la durabilidad, no es por supuesto una moto deportiva. Se pueden subir cordones, pasar por baches y demás tropelías propias de un “motoquero urbano”, y todo parece que va aguantar toda la vida. Así es la calidad a la que nos tiene acostumbrados Honda. ¿Las ruedas? Llantas de aleación de 18 pulgadas, con neumáticos 80/100 adelante y 90/90 atrás. Es decir, un poquito más ancha la trasera.

Los frenos en general tienen el rendimiento que uno espera en una Honda, con un tacto y un desempeño inobjetables. En el eje delantero posee un disco de 240 mm de diámetros y en el posterior un tambor de 130 mm. Sin embrago, no viene con el sistema de frenos combinados CBS (Combined Brake System) que sí traen otras motos de baja cilindrada de la marca. Este sistema lo que hace es intervenir en los frenos de las dos ruedas a la vez, por más que presiones solo uno de los dos, algo muy importante para evitar el bloqueo, especialmente de la rueda trasera. Así que recomendamos tomar las precauciones necesarias cuando el asfalto comience a perder adherencia.

La Honda GLH 150 nació con una premisa clara, y la cumple con creces. Robustez, durabilidad, economía de compra, de consumo y de mantenimiento y, además, la garantía de confianza de la marca. Que por algo es, lejos, la número uno en ventas en nuestro mercado.

Acerca de Victor Russo 1196 Articles
Periodista especializado en industria automotriz. Comenzó en la revista Parabrisas en 1992. En 1996 pasó al grupo Clarín para trabajar en el Diario Deportivo Olé, específicamente en el suplemento Fierros. Desde 1998 se incorporó como redactor principal del suplemento semanal Autos del diario Clarín y, en 2004, se convirtió en el editor de esa publicación, cargo que ocupó hasta 2019. En televisión condujo el ciclo Noticias Sobre Ruedas, desde 2006 hasta 2016 y, en radio, realiza micros de actualidad automotriz.