La empresa Amarilla Automotores, representante hace treinta años de la marca bávara en las provincias de Chaco y Misiones, anunció que dejará de comercializar los vehículos de alta gama como consecuencia de la decisión del Poder Ejecutivo de obligar a las automotrices, tanto a las importadoras como a las que tienen producción en el país, a trabajar por una reducción el déficit comercial del sector, que sumó casi 5.000 millones de dólares en 2010. Por otro lado, el presidente del concesionario aseguró que sí continuarán comercializando la línea Honda.
Desde marzo, los ministros Amado Boudu, Débora Giorgi y el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, comenzaron a recibir los planes que las empresas elaboraron para generar el equilibrio de un dólar exportado por cada dólar importado en vehículos y autopartes. El presentado BMW, vinculado a la agroindustria, sirvió para destrabar la entrada de motos, reducida en un 40%, pero no tuvo la misma suerte con los autos. Desde febrero, cuando el Poder Ejecutivo, a través de la Subdirección General de Control de la Dirección General de Aduanas (DGA), retuvo casi tres mil vehículos en la aduana, mil de la marca alemana permanecen estacionados en los depósitos fiscales de Zárate.
Audi y Mercedes Benz, ambas marcas del mismo país y principales competidores en Argentina, regularizaron la entrada de sus modelos al país. BMW es la única empresa ajena al Mercosur que no llegó a un acuerdo.Por su parte, Volkswagen anunció que había cerrado 2010 con un déficit de 816 millones de dólares y que con las exportaciones de nueva la pick up Amarok (a 32.000 dólares, precio FOB) esperan lograr un equilibrio para alcanzar, en 2012, un superávit de US$ 538 millones.
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