Alfa Romeo, la marca italiana de vehículos deportivos, celebró esta semana, en la Embajada de Italia, sus 100 años en la Argentina ante más de 200 invitados, entre personalidades y periodistas especializados.
La marca es sinónimo de diseño, estilo, italianidad y deportividad. Y nuestro país, sin duda, fue uno de los primeros destinos donde los modelos del “cuore sportivo”, fuera de Europa, fueron conquistando admiradores, seguidores, fanáticos e, incluso, coleccionistas.
Alfa Romeo, marca con la cual Juan Manuel Fangio ganó su primer campeonato mundial, en la actualidad brilla por la innovación de sus modelos, como el Alfa Romeo Stelvio Veloce, el primer SUV de Alfa Romeo que es éxito de venta en Estados Unidos y multipremiado en Europa, o
Alfa Romeo Giulia Veloce, la “remake” de un clásico, que se destaca por su diseño, potencia e innovación. Ambos modelos son comercializador en nuestro país por el importador Centro Milano, empresa que preside Carolina Belcastro.
El origen de Alfa Romeo en la Argentina comienza con el empresario Eduardo Carú, quien en 1923 importó el primer Alfa Romeo al país. El modelo RL fue un éxito en los circuitos de competición local. Comenzando a partir de ese momento, la construcción de un lazo inquebrantable entre Alfa Romeo y Argentina.
En 1951, un acontecimiento deportivo sin dudas ayudó a vivificar la pasión de los argentinos por esta marca. Juan Manuel Fangio ganó su primer título en la Fórmula 1 al volante de un Alfa Romeo. La anécdota cuenta que Fangio firmó el contrato sin siquiera mirar la cifra. Los ceros en el contrato no eran algo central en ese momento clave de su carrera. Él estaba cumpliendo un sueño: correr con un Alfa Romeo.