Hasta ahora, DS mostró su “savoir faire” francés (ese refinamiento, sofisticación en el diseño y en la elección de materiales) en modelos hatchback o en crossovers o SUV. Es la primera vez que la marca premium del Grupo Stellantis incursiona en el segmento de los sedanes grandes, terreno históricamente dominado por las alemanas Audi, Mercedes-Benz y BMW. Y tiene argumentos de sobra para ganarse su lugar.
Situado en lo más alto de la gama de DS Automobiles, el DS 9 es un sedán de estatus con una longitud de 4,93 metros, un ancho de 1,85m y un alto de 1,46m. Tiene unas enormes ruedas de 690 milímetros de diámetro y una grandísima distancia entre ejes de 2,90 metros, lo que le permite tener un muy amplio interior, beneficiando especialmente a los pasajeros de las plazas traseras.
Su diseño y los muchos detalles estéticos de su exterior hacen de este DS 9 un vehículo sumamente original. Como un guiño al DS de 1955, el DS 9 luce los “DS Cornets”, que se sitúan en los extremos de su techo negro. Inspirados en la legendaria berlina, se han actualizado para que actúen como unas luces de posición laterales inéditas, destacando así la presencia del DS 9.
El interior es todo lujo, suntuosidad y materiales nobles. Como un auto premium debe ser. Y, por supuesto, con toda la tecnología de confort y seguridad. Incluso, además de las asistencias el manejo convencionales (frenado autónomo de emergencia, asistencia al cambio involuntario de carril o control de velocidad crucero adaptativo), cuenta con un sistema de conducción semiautónoma que utiliza sensores para posicionar el vehículo con precisión en la vía que elija el conductor, accionando autónomamente la dirección y regulando la velocidad de acuerdo al tránsito. Es decir, en la ruta puede manejarse solo, sin que el conductor haga nada.
El DS 9 se ofrece en la Argentina con una motorización nafta 1.6 PureTech de 215 CV de potencia, asociado a una caja automática de 8 marchas, y en un único nivel de equipamiento: ultra full. Su precio, 87.000 dólares.