Llega la octava generación del lujoso auto de la automotriz de elite. Suma nueva tecnología y dos turbos. El motor sigue siendo el V12.
Es más liviano, mejoro su tecnología y por primera vez utiliza una plataforma propia. La idea es que esta estructura además sirva como base para el futuro, incluyendo a la de un SUV. Por fuera continúa siendo bastante robusto, con un gran frontal y llantas acordes a su tamaño.
Entre la flamante plataforma y las líneas tradicionales surge lo que la marca denomina “Arquitectura del lujo”, de donde surgirán los futuros productos. Este modelo posee una rigidez estructural 30% mayor a pesar de ser más liviano gracias al empleo de aluminio.
El habitáculo será la gran apuesta en esta versión. Posee paneles con doble cristal de seis milímetros, capas de fieltro y espuma de alta densidad por todo el habitáculo y el baúl.
En cuanto a la mecánica como ya mencionamos continuará con su motor V12 pero tendrá un nuevo desarrollo. Será biturbo, de 6.7 litros y 571 caballos. Su torque es 900 Nm a solo 1.700 RPM. Todo asociado a una innovadora transmisión asistida por satélite y con caja ZF de 8 marchas.
Además incorporó una pantalla de 12 pulgadas con el instrumental representado. En el torpedo, también tiene otra, táctil, para los pasajeros, aunque aquí conserva parte de los comandos tradicionales como perillas, botones y un reloj de agujas.
Aporta sistema de cámaras para maniobras y asistente de visión nocturna, más otros implementos más frecuentes en autos de menor lujo.
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