NSR se ajustó el overol para probar la versión 4×4 más accesible de la nueva marca china, que llega al país de la mano de Car One. Es sencilla y segura para enfrentar tareas profesionales sin generar grandes costos ni preocupaciones.
Por Gonzalo Di Gregorio
Fotos: Omar Rojas
Rústica. Espartana. Despojada. Busque el sinónimo que quiera. Cualquiera que se le ocurra servirá para caracterizar a la Wingle 5: la pick up más básica que ofrece uno de los últimos arribos del mercado. Nos referimos a Great Wall: la firma homónima al grupo chino que es dueño de Haval y lidera las ventas de este tipo de modelos en el gigante asiático. Los dos sellos se estrenaron localmente en mayo de la mano de Great Cars, la división del Grupo Car One que se encarga de la importación y distribución de ambos portfolios, que en una primera instancia contarán con diez concesionarios a lo largo del país (en una próxima etapa se sumará otra decena).
Pero que el comienzo no confunda. Especialmente en esta configuración 4×4 Standard, dicha camioneta es un producto destinado a un uso (o maltrato) laboral, que busca brindar un precio contenido a pesar del arancel que tributa y dejar de lado todo sentimiento de pena al abuso que pueden despertar otras chatas más sofisticadas. En épocas de vehículos off road light y de pick ups que buscan parecerse cada vez más a un auto, encontrarse con estas características en su estado más puro puede ser un beneficio destacable.
Diseño
Rústico. Espartano. Despojado. Aquí también puede buscar el equivalente que más prefiera para definir a los trazos de esta Great Wall. La Wingle 5 exhibe un exterior sencillo y entrado en años que rememora al de sus colegas de los 90, ya que es una evolución previa a la Wingle 6 que nació en tiempos en los que la industria china estaba lejos de ofrecer líneas muy agraciadas (2010).
Pese a que el frontal intenta aportar algo de frescura a partir de curvas y cierta deportividad con sus molduras sobre el paragolpes, su demodé es notorio en el perfil lateral. Allí se aprecian el remate totalmente recto de su cabina, la estética cuadrada de sus ventanillas y la obsolescencia de sus puertas traseras, que no presentan parábolas y son de tamaño pequeño. La conclusión es simple: la Wingle 5 no busca convencer con su diseño. ¿Pero realmente alguien define una compra productiva por este motivo?
Interior y equipamiento
Rústico. Espartano. Despojado. El interior de esta chata tampoco traiciona su esencia y es fiel a su propuesta. El formato de la plancha de instrumentos no resalta por ser innovador y todos sus componentes están constituidos con plásticos rígidos y terminaciones que otorgan, en todos los casos, una gran sensación de durabilidad y resistencia. Por eso es que también nos encontramos puertas adentro con soluciones de otras décadas, como las trabas de las puertas que se ubican junto a las manijas de las puertas y se integran al cierre automático en rodaje.
En su consola cobran protagonismo los tres botones de selección de tracción (2WD, 4WD Alta y 4WD Baja) y por debajo de ellos se sitúa el estéreo, que se postula como uno de sus aspectos más reprochables. Su radio no sintoniza del todo bien (es necesario extender manualmente la antena para lograr este cometido) y si bien cuenta con un puerto Mini USB, el mismo es del tipo hembra y se precisa de un cable (incluido en nuestra unidad) para conectarle un dispositivo. De todos modos, tras charlar con un empleado del importador nos enteramos que la Wingle 5 está próxima a recibir un sistema multimedia más moderno y con pantalla. Bien.
Su posición de manejo es siempre elevada, ya que hay que pegar un pequeño saltito con el pie izquierdo para subirse al habitáculo. Además, el asiento del conductor está revestido en una tela que promete muchos años sin desgastes y, al contrario del volante (que incluye comandos satelitales), éste no regula en altura y sólo genera la perspectiva alta que suele encontrarse en un todoterreno. El instrumental, por su parte, es clásico y efectivo al abarcar cuatro relojes de fácil lectura. En su centro se alojan todos los testigos, que entre otras cosas nos indican la cantidad de ruedas que están transmitiendo la potencia al piso.
Teniendo en cuenta el segmento de esta camioneta (D), sus plazas traseras podrían ofrecer mayor espacio para las piernas, aunque en ellas podrán viajar tres adultos sin superponer sus hombros. A diferencia de los ocupantes anteriores, estos tendrán que abrir las ventanillas traseras con manivelas y lidiar con el respaldo recto, cuyo desarrollo priorizó concederle mayor amplitud a la carga. El mismo es rebatible y permite disponer de una suerte de baúl cubierto y alternativo a la caja.
El modesto equipamiento se completa con espejos eléctricos, alzacristales delanteros con one touch para el conductor, cierre centralizado, faros regulables en altura y reóstato, entre otros.
Seguridad
Este modelo no escatima dispositivos y saca ventaja frente a varias rivales, ya que su listado es común para toda la gama e incluye doble airbag frontal, frenos a disco en las cuatro ruedas con ABS y EBD, control de estabilidad, asistencia al arranque en pendiente y anclajes ISOFIX junto al tercer cinturón diagonal en las variantes de doble fila. Asimismo incorpora antinieblas delanteros y traseros, traba para niños en las puertas posteriores y rueda de auxilio permanente (excepto versión Cabina Simple).
Motor y Manejo
Olvídese de lo demás y céntrese en este y en el apartado anterior si piensa adquirir una como herramienta de trabajo. Precisamente en ambos, que son sin dudas los más importantes para este tipo de tareas, es donde más relucen los atributos de esta Great Wall.
Su comportamiento se muestra robusto en todo momento. Dicho producto se equipa con un diesel common rail de 1.996 cc. con turbo de geometría variable, que libera 137 CV y 305 Nm. de torque entre las 1.800 y 2.800 vueltas: una cupla que permite arrancar a esta Wingle 5 en tercera marcha si se “juega” con el embrague. A pesar de contar con reductora, su transmisión de seis relaciones presenta una primera bien corta, lo que provoca que el impulsor salte de las 2.000 a las 4.000 RPM en un suspiro. Dicha característica es agradable para el manejo fuera de pista y se articula correctamente con el cambio más alto, que permite que el que motor viaje relajado (2.500 vueltas a 120 km/h).
Aunque devuelve recuperaciones lentas al exigirla en alta y “brama” cada vez que pisamos el pedal del embrague, tal mecánica aporta una gran elasticidad que cumplirá ante cada exigencia sin disparar el consumo de gasoil. Si bien no la llenamos a tope, no debería tener problemas para empujar los 975 kilos de su capacidad total ya que descargada se percibe sobredimensionada para su peso. Un claro ejemplo lo entrega su eje trasero rígido con elásticos y amortiguadores, que es extremadamente duro y penaliza al confort en ciudad, porque rebota en los lomos de burro y los reductores de velocidad típicos de los peajes. Éste, sin embargo, se complementa muy bien con el tren delantero (que es más suave) a la hora de trasladarse con premura, ya que todo el conjunto se mostró aplomado en ruta, incluso debajo de una gran tormenta.
Su aptitud off road fue testeada sobre algunos tramos de barro y el playón arenero que ilustra esta nota. La exigencia no fue extrema, pero su sistema de tracción respondió con creces. El mismo permite acoplar el diferencial delantero electrónicamente sin la intermediación de un sistema inteligente u automático, lo que podría ocasionar alguna encajada inesperada si este no reaccionara a tiempo. Su chasis de largueros, por otro lado, se asocia debidamente a la reductora y sus ángulos de ataque y salida (de 30º y 26º, respectivamente) para encarar cualquier obstáculo con seguridad y exprimir el corto recorrido de su acelerador.
Conclusión
Las pick ups de Great Wall se muestran como lo que son: simples herramientas de trabajo de origen chino (abundan los stickers en aquel idioma) que buscan inspirar confianza para recibir la paliza que deban enfrentar, sin generar ningún arrepentimiento posterior. Como tales pueden encontrar un resquicio suficiente entre sus numerosas rivales, pero tendrán que luchar contra la probada confiabilidad y trayectoria de muchas de sus competidoras. No es un desafío menor, pero el primer paso ya está dado.
Great Wall Wingle 5 Cabina Simple Standard 4×2 US$22.500
Great Wall Wingle 5 Cabina Doble Standard 4×2 US$23.900
Great Wall Wingle 5 Cabina Doble Luxury 4×2 US$24.900
Great Wall Wingle 5 Cabina Doble Standard 4×4 US$26.500
Sé el primero en comentar