A puro lujo desde NSR probamos a este SUV de alta gama de la casa alemana. El GLC 300 Coupé 4Matic de Mercedes-Benz es ideal para lucir sofisticación sobre 4 ruedas. Su precio es de 96.500 dólares.
Espectacular por donde se lo mire, realmente en la redacción de NSR quedamos impactados con este increíble vehículo. Este SUV del segmento mediano es una versión más deportiva y llamativa del Clase GLC. A nuestro mercado llega importado desde Alemania.
Por empezar muchos seguramente se pregunten por qué se denomina coupé se tiene 4 puertas (5 contando el portón trasero ya que permite acceder al coche). Esta denominación comenzó en la marca hace diez años con los autos que tienen un diseño con perfil deportivo, donde la luneta cae justamente en forma de coupé.
Precisamente la automotriz apunta a conquistar un nuevo público teniendo un modelo para cada uno de los diferentes nichos del mercado local. En este caso la intención del GLC 300 Coupe es nunca pasar desapercibido y marcar una importante presencia en cualquier ocasión ya que es un vehículo de ensueño.
Diseño:
Presenta una parrilla tipo diamante con una sola lama y la estrella del logo de la marca integrada. Además cuenta con el innovador concepto de los faros LED y las amplias tomas de aire que indican que este coche está equipado con un muy poderoso motor.
En la parte trasera podemos observar un robusto paragolpes con salidas de escape integradas al mismo, la protección de los bajos en forma de difusor y el grupo óptico LED que muestra los rasgos de alumbrado característicos de la marca Mercedes-Benz.
En comparación con el Clase GLC esta versión posee líneas mucho más agresivas y deportivas. El ancho y las distancias entre ejes son iguales. Pero el Coupé es 76 milímetros más larga y 42 mm más baja. A eso hay que agregarle que el despeje del suelo también se redujo: bajó de 181 a 144 mm.
Ambos modelos tienen las grandiosas llantas AMG-Line y las mismas medidas: 235/55R19. Lo único no tan bueno es que son Run-Flat, entonces prescinden por completo de rueda de auxilio. Sólo cuentan con un kit de reparación.
Estéticamente jamás va a pasar desapercibido, hasta quizás es algo curioso y excéntrico pero siempre conservando su elegancia. Dentro del mundo de los SUVs es uno de los modelos que se lleva todas las miradas.
Interior:
El habitáculo es verdaderamente sorprendente. Posee revestimientos en fibra de carbono en la consola central, varios comandos en aluminio, plásticos blandos de excelente calidad, cuero sintético con costuras dobles y detalles en Alcántara.
También incluye a las soberbias butacas y volante AMG-Line, de lo mejor que se puede encontrar en el mercado: es una posición de manejo deportiva, confortable y relajada, todo al mismo tiempo. Y con múltiples ajustes eléctricos, incluyendo tres memorias. Muy cómodo y fácil de utilizar.
El sistema multimedia es completísimo, además la ubicación de la pantalla está muy bien pensada, es una ostentosa ocho pulgadas, colgada de la plancha central, que no se puede ocultar. Tiene un diseño tipo tablet, lo cual la hace ver muy moderna y a tono con la alta tecnología que presenta el vehículo. Esto ya es norma en la mayoría de los Mercedes-Benz actualmente
En la parte trasera las butacas tienen carácter de asientos individuales, con un respaldo que se encuentra dividido en tres secciones en relación 40/20/40, que pueden abatirse por separado, permitiendo llevar el volumen del baúl desde los 491 litros hasta los 1.400 litros.
El baúl de todas formas tiene menos capacidad en comparación con el Clase GLC, específicamente 200 litros menos. Esto sucede debido a que la luneta deportiva, al ser redondeada tiene menos cola. Entonces esto redujo la capacidad del mismo baúl. De todas formas sigue siendo bastante amplio.
Motor:
Es naftero, de cuatro cilindros, con dos litros de cilindrada, inyección directa, turbo e intercooler. Es una evolución del motor que tiene el C 250 Avantgarde, que a su vez es una versión longitudinal del 2.0 turbo transversal que tienen los Clase A y GLA.
En este caso, el GLC Coupé nos ofrece un rendimiento altamente superior. Entrega 241 caballos de potencia a 5.500 rpm y 350 Nm entre 1.200 y 4.000 rpm. Las prestaciones son muy buenas para un vehículo tan robusto.
Acelera de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos y alcanza una velocidad máxima de 222 km/h. El consumo medio es de 9,8 litros cada 100 kilómetros. Una vez más, es mérito de la combinación motor-caja, que permite viajar a 120 km/h en novena, con el motor regulando a 1.800 rpm.
Ambas versiones del GLC comparten la misma caja automática de nueve velocidades (9G-Tronic, con convertidor de par), que cuenta con modo secuencial y se combina con diferentes modos de manejo como Eco, Normal, Confort, Sport y Sport Plus.
La tracción corresponde a las cuatro ruedas, con el sistema inteligente 4Matic. En condiciones normales es tracción trasera, pero envía torque a las ruedas delanteras apenas detecta pérdidas de adherencia o una demanda excesiva sobre el acelerador.
Equipamiento:
Conserva el mismo nivel de equipamiento (completísimo) de la GLC AMG Line. Esto incluye al sistema automático para las maniobras de estacionamiento automática en línea o a 90 grados, las luces de ruta automáticas Plus que permiten conducir con las luces de ruta conectadas de forma permanente y evitar el deslumbramiento de los usuarios de la vía que se encuentran en el cono luminoso; la cámara de 360°, que puede mostrar el vehículo y su entorno desde diferentes perspectivas y el Head-up-Display que exhibe adicionalmente informaciones importantes en el parabrisas.
Seguridad:
Posee el mismo sistema que su versión convencional. Cuenta con siete airbags (incluye de rodillas, para el conductor), frenos ABS con asistencia al frenado de emergencia, repartidor de frenado, control de estabilidad, control de tracción, asistencia al arranque en pendiente, control de descenso y control de balanceo de tráiler, entre muchas otras ayudas al manejo. Además, en las plazas laterales traseras se han instalado anclajes i-Size para una sujeción segura de las sillas infantiles.
La Clase GLC convencional ya fue sometida a las pruebas de choque de EuroNCAP. Obtuvo la calificación máxima de cinco estrellas, con 95% de protección para adultos, 89% para niños y 82% para peatones.
Conducción:
La GLC Coupé es una SUV y tiene tracción integral, pero no es un todo terreno. Tiene neumáticos 100% diseñados para asfalto y además viene con menor despeje del suelo.
En este tipo de vehículos, la tracción integral puede ser un gran aporte a la seguridad sobre terrenos resbaladizos: pavimento mojado o con hielo. Pero nada de excursiones a suelos de barro.
Está pensado para un andar en ciudad. Es muy cómodo de utilizar, sobre todo en rutas bien pavimentadas donde esta bomba 2.0 turbo se hace notar. Contrariamente puede llegar a ser muy incómoda la conducción sobre terrenos en mal estado.
Competencia:
Su gran rival es el BMW X4. Este SUV, también alemán y mediano, es muy similar al GLC Coupé. Se podría decir que son hermanos.
En este caso se importa de Estados Unidos. Posee dos motorizaciones en el plano loca, ambas nafteras. La X4 xDrive28i viene con cuatro cilindros, turbo, 1.997 cc, 245 cv y 350 Nm. La X4 xDrive35i viene con seis cilindros, turbo, 2.979 cc, 306 cv y 400 Nm. Las dos tienen tracción integral y caja automática de ocho velocidades. Se comercializa desde 165.100 dólares.
Conclusión:
Este SUV termina siendo ideal para aquellos usuarios que priorizan el diseño, la calidad de materiales y las prestaciones incluso por encima del confort de marcha y que también que tienen la suerte de moverse por zonas con pavimentos perfectos.
De todas formas en nuestro mercado la venta de los autos premium está de moda y existe una porción del publico que está buscando novedades. Claramente no es el histórico y fiel seguidor de la marca que se mantiene firme a elegir vehículos más tradicionales, sino que hay un nuevo segmento del mercado que busca elegancia y deportividad más confort en un mismo coche.
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