Toyota Rav4 híbrido: estilo, calidad y bajísimo consumo

Esta es la quinta generación de este lujoso SUV mediano. Completamente renovado, trae un motor naftero de bajo consumo que, además, está complementado con otro motor eléctrico. El resultado: consume menos de 5 litros de combustible cada 100 kilómetros en ciudad. Desde 48.400 dólares.

En 1994 apareció la primera generación del Toyota Rav4. Y si bien siempre es controversial asegurarse la creación de una categoría de vehículos, la marca se jacta de haber “inventado” el segmento de los SUV compactos con este modelo. El Rav4 (cuyo nombre deriva de las siglas en inglés Recreational Active Vehicle 4 Wheel-Drive) era por aquel entonces un pequeño sport utility de 3 puertas, de 3,7 metros de largo. En 1996 apareció la primera versión de 5 puertas y, con el tiempo, fue creciendo hasta que en esta quinta generación ya no es tan compacto (por eso decimos que esto de crear una categoría es relativo, porque los autos con un mismo nombre no siempre mantienen su tamaño y características principales): mide 4,6 metros de largo, tiene un interior súper amplio (casi que hasta le cabría una tercera fila de asientos) y pesa 1.700 kilos en su versión 4×2 y 1.755 kg en la versión 4×4.

Primera generación. El Rav4 de 1994 nació como un tres puertas de apenas 3,7 metros de largo. En 1996 apareció la primera versión de cinco puertas.

Pero bueno, por lo menos entre los principales rivales que le conocemos hoy, sí fue el primero. El Toyota Rav4 (que aunque mantenga el 4 tiene versiones que no son de doble tracción) compite directamente, por tamaño y estilo, con modelos como Honda CR-V, Hyundai Tucson, Kia Sportage, Peugeot 3008 o Ford Kuga. Pero el SUV de Toyota tiene una característica que lo distingue, es híbrido. Ford anunció que la nueva generación de Kuga que llega este año también será híbrida y, probablemente, Peugeot también incorpore una variante electrificada de su 3008. Lo que sucede es que todos estos modelos son importados, y pagan un arancel de importación del 35 %, lo que encarece mucho el precio de venta e nuestro mercado, pero como los modelos eléctricos o híbridos solo pagan un arancel del 5 %, las marcas eligen traer estas variantes. Cuidan el medio ambiente, pero también su negocio…

Lo más importante que hay que decir de esta nueva Rav4 es que, aunque es cara para comprarla (48.400 dólares la versión de entrada, 53.900 la Limited 4×2 y 56.200 la Limited 4×4), después es barata para mantenerla. Porque el consumo de combustible es mínimo, porque la postventa de Toyota es la mejor por su relación precio-servicio (incluso tiene una garantía de 5 años y de 8 años para los componentes del motor eléctrico) y porque, además, en la provincia de Mendoza los vehículos eléctricos o híbridos pagan 50 % menos del impuesto de patente (en Neuquén y en la ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, directamente no pagan patente).

El Rav4 es un híbrido no enchufable. Es decir, que la batería que alimenta el motor eléctrico se recarga con el motor a combustión y también aprovechando la energía cinética que se genera en las desaceleraciones o frenadas. Existen otros híbridos que sí son enchufables, que consiguen mayor autonomía en modo exclusivamente eléctrico, pero la infraestructura argentina no esta tan adecuada para esos modelos a la hora de su recarga en las redes eléctricas públicas o privadas.

¿Y por qué consume tan poco combustible en ciudad? Primero porque el motor naftero 2.5 (de 175 CV) es ciclo Atkinson. A diferencia de los motores convencionales de ciclo Otto, esta clase de motores consumen menos combustible. Pero no se usaron mucho a la largo de la historia (los Atkinson son casi tan antiguos como los Otto) porque no consiguen desarrollar mucha potencia. Sin embargo, son muy apropiados para una mecánica híbrida, porque el complemento del motor eléctrico contrarresta esa falencia. Los dos motores del Rav4 trabajando en conjunto desarrollan 218 CV de potencia (en la versión 4×4 consigue 222 CV, porque cuenta con un segundo motor eléctrico en el eje trasero, para darle tracción a esas ruedas).

Pero además, consume muy poco en la ciudad porque los autos cuando más consumen en el momento de arrancar de cero. Cuando tienen que sacar del reposo y poner en movimiento a toda la masa del vehículo (en este caso 1.700 kg). Y este Rav4 siempre arranca en modo eléctrico. Incluso si “peinamos” el acelerador suavemente, podemos llevarlo en modo eléctrico por tramos bastante prolongados. Si nos empeñamos en ahorrar (algo a lo que incentiva el tablero de instrumentos, porque constantemente nos va diciendo, con gráfico animado, si estamos traccionando con el motor eléctrico, con el naftero o con los dos a la vez), podemos llegar a tener un rendimiento de más de 20 kilómetros por litro de nafta. Imagínense que usan el vehículo más o menos esos kilómetros por día, con un tanque de nafta de 55 litros, ¡tendrán 55 días de autonomía!

En la consola central, al lado de la selectora de cambios (recordemos que tiene una caja automática CVT, con levas al volante para pasar cambios de modo manual si se lo desea), contamos con cuatro botones para seleccionar el modo de conducción. Con los modos Eco, Normal y Sport le indicamos al conjunto mecánico si preferimos que cuide el consumo o que aumente la performance. Y además tiene un modo EV, que sirve para que el vehículo funcione solo con el motor eléctrico. Así, tiene una autonomía de 2 kilómetros, y es indicado para moverse en garajes, estacionamientos o barrios cerrados con cero emisiones contaminantes.

En la ruta el consumo ya es más “normal”, porque a velocidades constantes y más altas, el vehículo funciona siempre con el motor naftero (que igual dijimos que no consume mucho). A 100 km/h constantes, el consumo es de aproximadamente 5,5 litros cada 100 kilómetros y, a 130 km/h, unos 7,7 L/100 km. Cuando desaceleramos o frenamos, el motor naftero se apaga y esa desaceleración también sirve, como dijimos antes, para recargar la batería del motor eléctrico.

Respecto de la performance, si lo pisamos a fondo, el Rav4 puede acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 8,5 segundos (muy buen registro para su peso) y alcanzar los 190 km/h de velocidad máxima. Claro que este no es un vehículo pensado para correr, y sus suspensiones están más orientadas al confort de marcha que a la precisión a la hora de encarar curvas y contracurvas a altas velocidades. Pero todas sus asistencias al manejo contribuyen a un excelente nivel de seguridad: viene con sistema de precolisión frontal, con detector de peatones (frena autónomamente si el conductor no lo hace), mantenimiento automático de carril, control de velocidad crucero adaptativo y luces largas automáticas (se bajan solas si otro auto viene de frente para no encandilar).

El Toyota Rav4 es, definitiva, un SUV muy atractivo, con un interior sumamente cómodo, también un enorme baúl de 733 dm3 de capacidad (incluso con una rueda de auxilio del mismo tamaño que las cuatro que lleva puestas, no esas chiquitas de uso temporal), de mucha calidad y, sobre todo, de una eficiencia mecánica notable.

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Periodista especializado en industria automotriz. Comenzó en la revista Parabrisas en 1992. En 1996 pasó al grupo Clarín para trabajar en el Diario Deportivo Olé, específicamente en el suplemento Fierros. Desde 1998 se incorporó como redactor principal del suplemento semanal Autos del diario Clarín y, en 2004, se convirtió en el editor de esa publicación, cargo que ocupó hasta 2019. En televisión condujo el ciclo Noticias Sobre Ruedas, desde 2006 hasta 2016. En la actualidad, edita el suplemento Sobre Ruedas en el diario Los Andes (sale todos los sábados) y conduce el programa de radio sobre actualidad automotriz Del Plata Sobre Ruedas (todos los sábados de 12 a 13 por AM 1030).