El modelo de entrada de gama de la marca del óvalo creció en dimensiones, funcionalidad y equipamiento, alejándose de su origen como citycar para meterse de lleno en el segmento B. Con motor 1.5 de 105 CV, control de tracción y estabilidad en la opción full, ya se vende desde $208.700.
Cuando la primera generación del Ka apareció -allá por 1996- rompió los esquemas establecidos en cuanto a diseño en su segmento. Luego del Focus, fue el segundo modelo de la marca del óvalo en estrenar el revolucionario New Edge, estilo con el que Ford se identificó hasta el actual Kinetic Design.
Hoy el Ka se propone nuevamente sentar las bases, pero esta vez ya no tanto en diseño, sino en cuanto a su concepción y seguridad, reinventándose completamente.
Ya no es un citycar, creció notablemente en dimensiones: con 3.886 mm de largo, 1.695 de ancho y 1.525 de alto, el modelo de entrada de gama del óvalo busca competir contra rivales de otra talla, como el Gol Trend o el Chevrolet Onix, además del Up! o el Fiat Uno. Tampoco es un desarrollo exclusivo para el Mercosur: como parte de la estrategia One Ford, el nuevo Ka es un producto global.
Diseñado en Brasil, el hatchback de la firma norteamericana comparte la plataforma con el Fiesta. Su estilo refleja los últimos lineamientos del ya mencionado Kinetic Design, con una gran parrilla hexagonal y trazos estilizados, aunque más rectos que en su hermano mayor. Así como creció en tamaño, también «pegó el estirón» en cuanto a funcionalidad. Si bien en el rediseño de 2008 ya se notaba un mayor aprovechamiento del espacio, en esta segunda generación (tercera en realidad, ya que la versión europea -que finalizará su producción en abril- nunca llegó) es más evidente: por primera vez el Ka cuenta con 5 puertas. Es más, en otros mercados se comercializa una inédita versión sedán, pero que por el momento no está prevista en Argentina.
Puertas adentro muestra una evolución en todo sentido: ya no quedan partes de chapa a la vista como en su antecesor, ya que todo está recubierto por plásticos (duros) y materiales de correcta calidad. Una vez más, así como en la EcoSport, se ven reminiscencias del Fiesta en el tablero, especialmente en la consola central, de aspecto similar aunque con las salidas de aire más redondeadas. Por debajo de ellas se encuentran los mandos del aire acondicionado, una práctica bandeja portaobjetos y la palanca de cambios, en una posición más elevada que la tradicional, lo que resulta más cómodo para el conductor. Las versiones más equipadas cuentan con el conocido y práctico sistema multimedia Sync con pantalla de 3.5 pulgadas, con comandos por voz y reproductor de CD/MP3 con conexión auxiliar, USB y Bluetooth. Por su parte, la variante S, de entrada de gama, dispone del denominado My Ford Dock, un compartimiento con tapa de apertura ajustable que permite colocar allí el Smartphone y utilizar las funciones del navegador o llamadas a través de un dispositivo manos libres.
El espacio para los pasajeros es uno de sus principales atributos, especialmente para los que viajen en las plazas traseras, que no sufrirán más esa sensación de encierro ni de estar apretados -situaciones muy comunes en los vehículos de 3 puertas- pero que en el Ka, con la adopción de las puertas traseras y la mejora en la habitabilidad, fue solucionado. El baúl, con capacidad de 257 litros, es el promedio en su segmento y resulta adecuado para cargar las pertenencias de los cuatro pasajeros eventuales que puedan subirse al auto. En contraste, un quinto ocupante iría más incómodo y con menos seguridad, ya que no cuenta con apoyacabezas central ni cinturón inercial de tres puntos, sólo abdominal.
Salvo esos detalles, el nuevo Ka marca el camino en su categoría en cuanto a seguridad. Si bien el Up! ya había logrado una excelente calificación en los test de LatinNCAP (5 estrellas), el chico de Ford no sólo obtuvo un muy buen desempeño (4 estrellas) sino que redobló la apuesta, con la incorporación del control de estabilidad (ESP), control de tracción (TCS), anclajes Isofix, cierre automático de puertas a los 15 km/h y asistente al arranque en pendiente (HLA), además de los obligatorios doble airbag y frenos con ABS.
Pasó bastante tiempo desde su primera aparición ante el público local (en el Salón del automóvil de Buenos Aires) hasta su reciente lanzamiento en marzo, por lo que faltaban mayores precisiones acerca de su configuración para nuestro mercado. Desde noviembre del año pasado sólo se podía adquirir a través de Plan Óvalo la versión base S, equipada con aire acondicionado, cierre centralizado de puertas, volante regulable en altura, radio con USB, Bluetooth y 4 parlantes. Pero con su presentación oficial, se conocieron dos niveles más de equipamiento: SE, que suma comandos de audio al volante, levantavidrios eléctricos con one touch para el conductor, pantalla multifunción, reproductor de CD y sistema Sync; y SEL, que agrega alarma volumétrica, faros antiniebla delanteros, computadora de a bordo, llantas de aleación de 15 pulgadas y todos los elementos de seguridad anteriormente descriptos.
En la parte mecánica también se renovó completamente. Atrás quedaron los rendidores pero ya antiguos Zetec Rocam 1.0 y 1.6, ambas motorizaciones fueron reemplazadas por el más moderno Sigma 1.5 TiVCT de 105 CV con distribución variable y caja manual de 5 velocidades con el que llega a nuestro país. En Brasil ofrece además un tres cilindros, de 1.0 litros y 85 CV, aunque no hay datos acerca de su posible arribo.
Con nuevas aspiraciones, más espacio, confort y seguridad, el Ford Ka regresa para volver a ser un protagonista entre los chicos, pero más grande que nunca.
Versiones y Precios:
- Ford Ka S: $208.700
- Ford Ka SE: $225.600
- Ford Ka SEL: $246.600
- Garantía de 3 años o 100.000 kilómetros
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