El gobierno nacional eliminó la primera escala del impuesto interno y esto produjo la baja de precios en varios modelos de nuestro mercado.
Hacia finales del año pasado se terminó por aprobar la reforma tributaria en el Senado. Esta medida incluye cambios en los gravámenes que pagan los autos de gama media, aquellos que cuestan entre 400.000 y 900.000 pesos en la Argentina.
De esta forma nuestro mercado comenzará a tener un movimiento aún mayor del que venía teniendo, ya que de ahora en más 150 modelos que se comercializan actualmente debieron bajar su precio de lista.
Entonces los automóviles que redujeron su valor de mercado son: Alfa Romeo Giulietta, Audi A3, A4, Q2 y Q3, BMW Serie 1, X1 y Serie 2, Chevrolet Captiva y Trailblazer, Citroën C4 Picasso, toda la línea DS (DS3 y DS4), Ford Kuga, S-Max y Mondeo, Honda HR-V y Civic, Hyundai Creta, Tucson, i30 y Santa Fe, Jeep Renegade, Compass y Wrangler, Kia Sportage, Mercedes-Benz Clase A, Clase B, Clase C, GLA y Vito, todo el portfolio de Mini, Peugeot 408 tope de gama, RCZ, 3008, 508 y 5008, Toyota SW4, Camry, Prius, Innova, RAV4 y 86, las últimas unidades del Renault Mégane RS, Volkswagen Golf GTI, New Beetle, Passat, Vento GLI y Scirocco, y Volvo V40.
Por otro lado los automóviles considerados de gama alta, aquellos que cuestan por encima de 900 mil pesos seguirán pagando este impuesto y no veremos una disminución en su precio.
Al mismo tiempo se espera que varios modelos suban de precio ya que teniendo en cuenta esta reforma previamente muchos modelos estaban frenados por la base imponible de este impuesto. Ahora que ese techo subió hasta 800 mil pesos, las marcas blanquearán sus valores reales de mercado. Por ejemplo, es el caso de las versiones tope de gama del Ford Focus, Volkswagen Vento, Citroën C4 Lounge, Toyota Corolla, Nissan Sentra y Peugeot 408.
Una vez aprobado el Impuesto Interno varias marcas tuvieron que accionar de diferente forma observando esta situación. Entonces las listas de precios en enero se modificaron ampliamente.
Sorprendió en el caso de Honda. La automotriz no bajó el precio de ninguno de sus automóviles, es más, en algunos casos subieron sus precios. La empresa no brindó los motivos por los cuales los modelos que ya no tributan ese impuesto subieron, en lugar de bajar. El único modelo que redujo su valor en dos mil pesos y ahora cuesta es la versión tope de gama de la HR-V.
En algunos casos las marcas disminuyeron en muy bajo porcentaje el valor de sus modelos debido a que el peso argentino sufrió una leve devaluación en las últimas semanas.
A su vez, las automotrices tomaron diferentes posturas frente a esta situación. Por un lado está el caso de Toyota. La empresa decidió que devolverá la diferencia en efectivo a aquellos clientes que adquirieron sus vehículos alcanzados por el 10% que debían pagar de carga tributaria.
Luego está la postura de de algunas marcas premium que están ofreciendo descuentos superiores al cinco por ciento de los modelos afectados por la rebaja en su precio, aunque de manera aleatoria, informal y a efectos de una negociación presencial.
Otro factor a resolver por las automotrices, pasa por determinar el valor de los modelos que tenían limitado su costo a riesgo de la alícuota del 10% se traduzca en el precio. Algunas marcas seguramente siguen aumentando el valor de los vehículos que están liberados de este impuesto.
Las compañías temen que la suba de precio de lista de algunos autos genere antipatía en contraste con una reducción del precio de una gran parte del mercado, teniendo en cuenta con que se espera que los patentamientos de este 2018 lleguen al millón de automóviles.
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