A modo de avant-première, Volkswagen mostró en Alemania la séptima generación del Golf, que será presentado oficialmente en el Salón de París (del 29 de septiembre al 14 de octubre) y cuyo arribo a los concesionarios europeos se espera para fin de año.
El Golf VII está basado en la tan difundida Plataforma Modular Transversal (MQB, por sus siglas en inglés), que permite usar módulos comunes en distintos modelos de las marcas que componen al grupo, simplificando los procesos productivos y de diseño, además de, claro, abaratar costos.
Sin cambios radicales en cuanto a lo estético, la gran novedad pasa por su estructura, ahora 100kg más ligera y con pequeñas modificaciones en sus medidas (es 13 mm más ancho, 56 mm más largo y 28 mm más bajo, mientras que su distancia entre ejes creció 59 mm) que suman a la comodidad de sus ocupantes.
Al menos en una primera etapa, el Golf VII estará disponible con los motores nafteros TSI 1.2 de 85 CV y 1.4 de 140 CV (ambos con Gestión Activa de Cilindros), o bien los turbodiésel 1.6 de 105 CV y 2.0 150 CV. De más está decir que todos incluirán el sistema Start & Stop y el de recuperación de energía en el frenado, cualidades que, sumadas a su menor peso, les permitirán reducir sus emisiones de CO2 en un 23% respecto a la generación anterior.
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