Un estudio de universidades de España y Oceanía concluyeron que utilizar el “Manos Libres” o enviar mensajes de texto mientras se conduce equivale a distintos grados de alcoholemia, siendo en algunos casos, más elevado que el permitido.
En el desarrollo del proyecto colaboraron la Universidad de Barcelona y las australianas de Wollogong, Victoria, la Tecnológica de Swinburne y el Instituto para la Respiración y el Sueño. El mismo tuvo como fin evaluar la capacidad de reacción al volante y su resultado fue publicado en la revista Traffic Injury Prevention (al español, Prevención de Lesiones en el Tráfico).
El estudio consistió en tests de simulación de conducción en una pantalla que realizaron una decena de personas sanas con licencia para manejar, quedando afuera aquellas que jamás tomaron una gota de alcohol. Los participantes tenían que mantener su posición en el centro del carril de la izquierda a una velocidad de entre 60 y 80 km/h y frenar cada vez que veían aparecer un camión. Al cabo de dos pruebas, la primera de ellas después de haber bebido y la otra usando un celular, se llegó a la conclusión de que en una conversación simple con el “manos libres”, los efectos son comparables a un nivel de alcoholemia de 0,4 gramos por cada litro de sangre. En cambio, si la charla se tornaba intensa, el nivel de alcohol se eleva, llegando a las 0,7 g/l, más del permitido en muchos países del mundo, inclusive Argentina, donde la tolerancia llega a 0,5 g/l. Por último, mandar un mensaje de texto es equiparable a un nivel de alcohol en sangre de 1 g/l.
Sé el primero en comentar