El Salón del Automóvil se dará el lujo de tener entre sus filas al ejemplar especial del icónico modelo de Fiat, producido por la sub marca italiana, del cual se fabricarán sólo 299 unidades.
La historia de este citadino nos remonta al Motor Show de Turín de 1963, lugar y momento en el que fue lanzado al mercado por primera vez. Derivado del original Fiat 500 “595”, ahora exhibe una pintura blanco mate, gráficos realizados manualmente y logotipos representativos de aquella época.
Su apariencia “retro” no le impide lucir al mismo tiempo una deportividad notable, justificada exteriormente en los faros de xenón, el sistema de escape, el techo solar y las llantas de aleación de 17 pulgadas que posee. El interior mantiene esa línea y ofrece butacas realizadas en dos tonos con contrastes rojos, detalles metálicos en la cabina, pedales de aleación y volante de base plana, forrado en cuero negro y rojo.
La movilidad se sustenta en un propulsor T-Jet de 1.4 litros, que desarrolla 180 caballos de fuerza. Además, equipa frenos brembo con discos especiales para automóviles deportivos de lujo y amortiguadores ajustados.
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