Un repaso con las 10 novedades más importantes de la muestra estadounidense. Vehículos de grandes dimensiones y poderosos motores V6 (además de los típicos V8), aunque también se lucieron algunos híbridos y eléctricos.
El Salón de Detroit es el que inaugura el calendario de eventos internacionales y es un fiel reflejo del rol actual de la industria norteamericana a nivel global. Hasta hace poco más de una década, la muestra tenía una trascendencia muy importante, obviamente con el foco puesto en las tres grandes estadounidenses, Ford, General Motors y Chrysler, pero tampoco las otras marcas se querían perder una cita en la que, por dos semanas, los ojos del mundo estaban puestos en la ciudad de Michigan. Pero los tiempos cambiaron y unos años después de una de las peores crisis que casi llevó a la quiebra a estas automotrices (GM y Ford tuvieron que ser salvadas por el Gobierno de EEUU, mientras que Chrysler fue comprada por el grupo Fiat), el NAIAS dejó de tener esa relevancia de la que hacía gala en sus épocas doradas.
Aún así no deja de ser un paraíso para los amantes de las grandes pick ups, SUV´s y muscle cars, que también conviven con los amigos de la ecología. Vehículos híbridos y eléctricos muestran que el mercado norteamericano no es solo un derroche de caballos de fuerza y litros de combustible, también es ecofriendly (al menos en algunos estados, como California). Por eso, y aunque algunos de ellos no llegarán a nuestro país, vale la pena hacer un repaso de lo más destacado del salón.
Chevrolet Cruze hatchback: la marca del moño develó la segunda silueta de su mediano. Su diseño es más moderno y deportivo, además incorporó mayor equipamiento de confort y nuevos sistemas de seguridad. Así como el sedán, también será producido en la planta de Rosario como parte del Proyecto Fénix, luego de una inversión de 75 millones de dólares para adecuar la línea de montaje.
Chevrolet Bolt EV: este monovolumen con aspecto de crossover es el primer vehículo completamente eléctrico de Chevrolet y apunta a ser popular, ya que su precio en EE.UU. rondará alrededor de 30.000 dólares. Pero lo más destacado es la eficiencia de su propulsor, con 320 kilómetros de autonomía (mayor que la de un Nissan Leaf) y un torque de 360 Nm ofrece un rendimiento similar a cualquier auto con motor de combustión interna.
Lincoln Continental: Si bien la división de lujo de Ford no llega al país, su último lanzamiento fue uno de los más comentados del salón por su particular diseño. Las manijas de las puertas están disimuladas en el marco cromado de las ventanillas y aspira a competir contra los grandes sedanes premium como el Mercedes-Benz Clase S o incluso Bentley. También representa un intento por reposicionar la marca y aumentar sus ventas, retomando una denominación histórica.
Mercedes-Benz Clase E: el modelo más representativo de la marca de la estrella y esta nueva generación ofrece una batería de sistemas tecnológicos orientados tanto al confort como a la seguridad. Incluso posee una suerte de piloto automático, además del sistema de estacionamiento automático, que lo acercan aún más hacia la conducción autónoma. A decir verdad, su estilo no sorprende: es similar al Clase C y al S, especialmente en su interior, pero no por eso deja de ser un digno sucesor del W212.
Ford Mondeo: el sedán grande del óvalo, conocido en otros mercados como Fusion, recibió un restyling que actualizó su figura. Nuevos faros, parrilla y paragolpes delanteros que le otorgan una dosis más de deportividad. En EE.UU. sumó una versión V6 Ecoboost biturbo de 330 CV y tracción integral.
Ford F-150 Raptor: la versión más extrema de la pick up de Ford sumó una variante de doble cabina, una opción que le aporta mayor funcionalidad. Esta nueva generación abandonó el clásico V8 por un más eficiente 3.5 V6 de 450 CV, asociado a una caja automática de nada menos que diez marchas.
Chrysler Pacifica: la minivan se reinventó por completo. Nuevo diseño, con líneas redondeadas y más fluidas, mayor tecnología y equipamiento de confort para sus siete ocupantes. El gran espacio interior es, como siempre, su mayor atributo. Por primera vez en su historia, sumó una variante híbrida, que combina el motor Pentastar V6 de 248 CV con un propulsor eléctrico. En modo cero emisiones puede recorrer hasta 50 kilómetros.
Honda Civic X: Si bien ya había sido presentado anteriormente en el Salón de Los Ángeles, la décima generación del Civic recibió en Detroit el codiciado premio North American Car Of The Year. Creció en dimensiones y adoptó un estilo fastback. Su producción en Brasil está casi confirmada y de ser así podría llegar a nuestro mercado hacia fines de 2016.
Honda Ridgeline: la pick up de Honda se renovó por completo. Ahora su diseño se basa en la nueva Pilot, de la que hereda su plataforma, motorización (V6 de 280 CV) e interior. Posee una caja de carga con doble fondo donde aloja la rueda de auxilio y un espacio para herramientas. Sin embargo, por sus características está pensada para ser más una camioneta de paseo que de trabajo.
Volvo S90: el sucesor del S80 ya está listo y fue desarrollado a partir de la plataforma modular de la nueva XC90. ofrece un nivel mucho más alto de sofisticación, refinamiento y eficiencia, además de destacarse en seguridad.
Fotos: Coches.net
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