El Citroën Ami representa un recuerdo entrañable para los amantes de los autos (el Ami 8 se produjo en nuestro país entre 1970 y 1979) y hoy la marca francesa le rinde homenaje con este modelo urbano, económico y 100 % eléctrico que, además, se puede manejar sin registro de conducir.
Sí, es cierto. No se parece mucho al viejo Ami. No es una recreación. Solo lleva su nombre. Pero lo que sí comparte con aquel Ami y con otros tantos modelos surgidos a lo largo de la historia de esta marca que está transitando su año número 100 de existencia, es su carácter innovador. La pretensión de Citroën con este nuevo Ami 100 % ëlectric es revolucionar la movilidad en las grandes ciudades.
Se trata de un cuadriciclo liviano (para encuadrarlo en una categoría distinta a la de automóvil; Citroën lo llama “objeto de movilidad”), de dos plazas, y con un motor eléctrico de 6 kW de potencia que le permite moverse ágilmente en la ciudad y llegar hasta los 45 km/h de velocidad.
Es más que compacto, mide apenas 2,4 metros de largo; 1,39 m de ancho y 1,52 m de alto. Sus ruedas de 14 pulgadas están ubicadas bien a los extremos de la carrocería y con eso se consigue un interior muy confortable para dos personas, y con varios recovecos para guardar bolsos u otros objetos. Tiene un diámetro de 7,20 metros, con lo cual podría doblar en U en cualquier calle de nuestras ciudades. Pesa 485 kilos, con la batería incluida (que pesa 60 kg).
La batería de iones de litio tiene una capacidad de 5,5 kWh, está ubicada en el piso del vehículo, y le brinda una autonomía al Ami de 70 kilómetros. Se recarga fácilmente, enchufándolo a un toma corriente convencional de 220 V (como si cargáramos el celular). Si estuviera completamente vacía, 3 horas bastan para una recarga completa.
El interior del Ami 100 % ëlectric es minimalista pero atractivo (bien Citroën) y, sobre todo, muy cómodo. Los asientos están ubicados de forma escalonada, lo que genera sensación de espacio y facilita la libertad de movimientos a los ocupantes, tanto a la altura de los hombros como en el espacio para las piernas o para la cabeza. Gracias a esta arquitectura, las zonas de almacenaje se han podido repartir de forma inteligente por todo el habitáculo. Como un guiño a la historia de la marca, los cristales laterales se abren basculando de forma manual hacia arriba como en el 2 CV. Las puertas, por otro lado, abren de forma invertida; es decir, la del conductor abre a contraviento, como en lo autos antiguos, y la del pasajero, que tiene el asiento un poco más atrás, abre de la forma habitual actual. Esto garantiza una gran comodidad para el acceso de ambos ocupantes.
La aparición de este nuevo Ami, tal como la marca pretende, podría significar un antes y un después en materia de movilidad urbana. Porque, en primer lugar, es muy económico: en Francia ya salió a la venta por 6.000 euros. Pero, además, se lo puede tener, o más bien usar, sin necesidad de comprarlo (todos auguran que el concepto de propiedad de los automóviles pronto quedará en desuso). Estará a disposición de todos por el sistema de carsharing (auto compartido), y se lo puede alquilar, por minutos, horas o días, a través de aplicaciones móviles. También se lo podrá alquilar de forma permanente: en Francia, con una entrada de 2.600 euros y, luego, pagando solo 20 euros por mes. Y otra característica que lo acerca a todxs (así, en inclusivo, estaba escrito en el comunicado de prensa de Citroën) es que se lo puede manejar sin necesidad de tener registro de conducir. En Francia, podrán conducirlo los mayores de 14 años, mientras que otros países de Europa será a partir de los 16. No hay ninguna previsión de que vaya a comercializarse en nuestro país, así que no sabemos si serán los chicxs de 14 o 16 los que podrán manejarlo. Lo único que deseamos es que termine llegando algún día, porque además de práctico, ecológico e inclusivo, nos parece espectacular.