Diseño y sofisticación 4×4

Toyota presentó la nueva SW4, que al igual que la Hilux se renovó completamente pero con estilo propio. En el evento, realizado en la Estancia Puesto Viejo, pudimos apreciar su excelente confort de marcha sobre cualquier superficie. Cuenta con un gran nivel de equipamiento y espacio para siete pasajeros. Desde hace ya tres generaciones, de la mano de la exitosa pick up viene su versión carrozada, la SW4, que se convirtió en la primer SUV de la marca japonesa fabricada en el país en 2005. Nuevamente y para ponerse a tono con la camioneta,  fue desarrollada una flamante edición, aunque esta vez el foco estuvo puesto en diferenciarla completamente de su variante utilitaria.

Y realmente lo lograron. Los diseñadores de Toyota crearon, a partir de la plataforma de la pick up, un todoterreno que, salvo por las llantas de 18 pulgadas, difícilmente se lo pueda relacionar con la Hilux convencional. A primera vista resaltan sus trazos bien marcados, esas líneas afiladas y deportivas, con cierto aire a Lexus, son las protagonistas de esta transformación. En la trompa se destacan la parrilla cromada y los faros con proyectores y luces diurnas de LED, mientras que en los laterales la línea del techo, junto con la de cintura, que dibuja una especie de tilde entre la segunda y tercer ventanilla, representan el sello de identidad de esta SW4. Atrás, los faros alargados, también con tecnología de LED le dan un cierre acorde a este estilo más arriesgado del SUV. Como novedad, el portón trasero es de apertura y cierre eléctrico, accionando un botón ubicado debajo del portapantente.

El concepto sobre el cual se trabajó en la nueva SW4 fue el de sofisticación y elegancia, que se aprecia claramente en el interior. Una vez más, la diferenciación entre las dos carrocerías se hace notar, compartiendo muy pocos elementos. El diseño es más sobrio, la pantalla del sistema multimedia (con navegador, reproductor de CD/MP3/DVD/TVUSB/AUX, bluetooth y cámara de marcha atrás) no es del tipo flotante, sino que está integrada a la consola central. Posee climatizador automático con salidas de aire que llegan hasta la tercera fila de asientos. Los detalles en cuero marrón, las superficies acolchadas y los apliques símil madera suman exclusividad. Sí mantiene el completísimo tablero con cuatro indicadores de aguja y el gran display de la computadora de a bordo.

La oferta mecánica, en un primer momento, contará con una sola opción de motor, el 2.8 turbodiésel de 177 CV (denominado 1GD) y dos variantes de caja, una manual con sistema iMT o una automática, ambas de seis velocidades. Hacia octubre llegarán más versiones, de 5 plazas y posiblemente un propulsor naftero para completar la gama.

El extenso predio de alrededor de la estancia nos permitió tomar contacto con la SUV en un circuito preparado especialmente para que se luzcan sus cualidades dinámicas, principalmente la  robustez de su chasis y el confort de marcha de las suspensiones. Nos tocó en suerte la variante con transmisión automática, a la que pudimos probar en sus dos modos: ECO, para priorizar la economía de combustible, en el que los cambios pasan de forma más suave y progresiva, así como las aceleraciones; y PWR, que le da a la SW4 un andar más enérgico, elevando el régimen de giro del motor y reacciones mucho más rápidas. Es elogiable también el sistema de tracción, que se puede seleccionar mediante una perilla giratoria como en las Land Cruiser, el cual nos permitió trepar una empinada montaña de tierra y que al otro lado, para evitar una abrupta y veloz bajada, dejamos en manos del control de descenso, que frena al vehículo para que no supere los 5 km/h. Al contar con una puesta a punto particular, el andar sobre los distintos desniveles del piso es más confortable y con menos rebotes que en la pick up, debido a su preparación para soportar cargas más pesadas.

En un final de año con un nuevo gobierno y con muchos cambios en cuanto al mercado e impuestos -que ya se empiezan a dar y otros que vendrán-, a diferencia de otras terminales, Toyota sí se animó a dar a conocer los valores (aunque remarcan que son provisorios) de la SW4: $883.400 para la opción manual y $932.800 para la automática. En un gesto de honestidad y confianza hacia sus clientes, la automotriz se comprometió a devolver a sus compradores la diferencia de dinero que surja una vez que se eliminen los impuestos internos.

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