El Salón de París de fines de septiembre será testigo del esperado lanzamiento de la cuarta generación de la gama Range Rover, el SUV con más de 40 años de historia que para esta ocasión fue desarrollado de cero, con la peculiaridad de basarse en una estructura monocasco de aluminio, casi un 40% más ligera que su predecesora, con la que se ahorra unos 420 kilos de peso.
Si bien aún no trascendieron todos los datos mecánicos, Land Rover dejó conocer que, al menos en Europa, se podrá optar tanto por versiones nafteras, con los motores V8 de la marca ya conocidos, como diésel TDV6 y TDV8.
Siguiendo con su tradición off-road, incorporará la última generación del Sistema Land Rover Terrain Response, que analiza las condiciones de conducción en cada momento y selecciona automáticamente los ajustes del vehículo más adecuados para cada terreno.
Diseñado y preparado en los Centros de Desarrollo de Land Rover en el Reino Unido, el nuevo Range Rover será fabricado en la nueva factoría de vanguardia de Solihull, Gran Bretaña. Con distribución a 160 países, estará disponible para reserva desde septiembre, y las primeras unidades llegarán a comienzos de 2013.
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