Continúa desde la Parte 1
Texto y fotos: Gonzalo Di Gregorio
Seguridad
Corrió mucha agua bajo el puente, con idas y venidas en este apartado. Ahora el Fiesta posee doble airbag, ABS con EBD y EBA, hill holder, controles de estabilidad y tracción, cinco cinturones inerciales y anclajes ISOFIX como elementos de serie. Una apropiada dotación de seguridad activa que sólo se adosa a una mayor cantidad de bolsas de aire en la alternativas Titanium y Titanium AT, que suman siete y también incorporan el alerta de cinturón de seguridad para el conductor (disponible desde las SE Plus). En el eje trasero, los frenos son a tambor en todas las combinaciones.
Mecánica y manejo
Aquí no hay modificaciones: el Fiesta sigue con el Sigma 1.6 Ti-VCT de 120 cv como única motorización disponible. Se trata del cuatro cilindros con inyección electrónica multipunto que equipa al modelo desde su origen, el cual se asocia a una caja impulsional de cinco marchas o a la Powershift de seis relaciones y doble embrague que abarcaba nuestra versión. Con dicha transmisión se reportaron algunos casos de desgaste prematuro, pero no por ello se debe dejar de resaltar que entrega cambios muy rápidos y casi imperceptibles en el andar cotidiano.
Aunque Ford podría actualizar su oferta con el Dragon 1.5 tricilíndrico de la EcoSport y el Ka, las reacciones que brinda este conjunto son casi irreprochables. En todo momento el Fiesta se muestra ágil y por ello se convierte en un auto ideal para moverse en la ciudad, ya que se siente (y es) liviano. Llevarlo por zonas urbanas es un placer: su corta distancia entre ejes y su tamaño siguen conformando un cóctel de comodidad y diversión en el andar que genera impresiones de manejo dignas de un citycar.
El impulsor entrega lo mejor de sí alrededor de las 3.000 rpm, pero apenas al exigirlo se enrosca para llegar a las 5.500 vueltas y subir de cambio. Sus aceleraciones son lineales y parejas, pero no esperes que te hunda contra el asiento, especialmente en alta. Allí es donde se percibe cierta merma de potencia que puede invitarnos a rebajar con el thumbshifter de la selectora: el pulsador que posibilita intervenir el modo automático o manejar en manual con nuestro pulgar. Cada vez más productos lo incluyen, pero todavía preferimos los palancazos tradicionales. ¿Nos estaremos poniendo viejos?
A modo de referencia, en ruta viaja en sexta a 100 km/h con 2.500 revoluciones. Y si bien viaja siempre aplomado a velocidades legales, su suspensión transmite varias imperfecciones del asfalto y crea la sensación de que el Fiesta transita más rápido que el velocímetro. Una particularidad que agradecerán los amantes del manejo deportivo y podrán reprochar aquellos defensores acérrimos del confort de marcha.
Conclusión
Es cierto: el Fiesta ya no es el último grito de la moda. Quedó chico frente a sus rivales más modernos, no cuenta con un motor de última tecnología y está lejos de ser el más equipado de su clase. Pero por ello se convierte en uno de los hatchbacks subcompactos de mayor practicidad y agilidad: dos conceptos centrales para quienes buscan un vehículo de estas características y que muchos de sus rivales parecen haber olvidado, tras haber puesto la mira en robarle clientes a los medianos.
Precios
Ford Fiesta S Plus MT $509.300
Ford Fiesta SE $543.600
Ford Fiesta SE AT $585.800
Ford Fiesta SE Plus $569.000
Ford Fiesta SE Plus AT $612.500
Ford Fiesta Titanium $645.400
Ford Fiesta Titanium AT $689.100
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