Esta vez, sin repercusiones mediáticas profundas ni micrófonos en la puerta de la planta que la marca del rombo tiene en Santa Isabel, todo el sector fabricación, que nuclea a la mitad del cuerpo de trabajadores fue suspendido ayer por la desaceleración del mercado carioca o “la corrección de la demanda de Brasil”, como dijeron a este medio desde la firma.
A mediados de octubre, Renault revocó el cese de actividades que tenía programado y emitió un comunicado donde negaba la existencia de alguna “medida excepcional de fabricación confirmada para noviembre”. Sin embargo, y según lo confirmó Leonardo Almada, vocero regional del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor, todo indica que las suspensiones continuarán durante el corriente mes y los empleados que abastecen no solo al país vecino sino, también, a parte del Mercosur, percibirán el 75 por ciento de su salario.
Pero, a medida que transcurre el tiempo, los casos no parecen aislados. Desde SMATA, también ayer, anunciaron que en la planta Fiat, ubicada en la ciudad de Ferreyra, debieron liberar a todo un sector de la fábrica que produce cajas de cambio para Europa y no tenía los materiales necesarios para continuar con la producción. Semanas atrás, la cúpula directiva también había anunciado suspensiones que fueron revocadas al día siguiente.
Por último, la información más reciente divulgada por los gremialistas del sector tiene que ver con Volkswagen, firma que deberá adelantar las vacaciones de fin de año. “La decisión se tomó porque hay que arbitrar los medios para que se note lo menos posible el impacto. Esto demuestra los problemas que tenemos en todo el mundo, que se generan en Europa y empiezan a repercutir en Argentina”, aseguró Almada en relación a la marca alemana.
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