Toyota, la marca líder en el mercado mundial automotor presentó hoy las dos puntas de lanza con las cuales competirá en el segmento pick up del país: la cuarta generación de la SW4 y el facelift de la Hilux.
Por un lado, la SUV mediana se ofrecerá en los concesionarios desde el 11 de este mes, equipada con dos propulsores diésel. El 2.5 D4D de 144 CV y el 3.0 D4D de 171 CV, a los que en esta oportunidad se agrega un motor a inyección naftero de 2.7 litros de cilindrada con 163 CV de potencia. En materia de seguridad la tecnología es de punta y contará con equipamiento como el sistema de Control de Estabilidad (VSC) que, en conjunto con el sistema de Control de Tracción (TRC) y el sistema de Distribución Electrónica de la Fuerza de Frenado (EBD), permiten lograr una conducción confiable. Por el lado del habitáculo, los accesorios y detalles también serán de vanguardia e incluyen, por ejemplo, la madera negra veteada con la nueva consola de mando horizontal.
En cuanto a la Hilux, que se impone por su nueva parrilla y eje central de diseño, contará con propulsores 2.5 D-4D de 144 CV de potencia y el nuevo 3.0 D-4D con 171 CV, todos asociados a una transmisión manual o automática de cinco velocidades en ambos casos. También es nuevo el capot, con una toma de aire más ancha que concluye a centímetros del interior, donde asoma el volante multifunción de cuatro rayos que se rediseñó para encontrarse con los plateados de la consola central. La única contra en materia de seguridad, es que la pick up solo tiene airbags delanteros. Por otro lado, el panel de instrumentos, al igual que en la SW4 fue rediseñado y ahora, en vez de contar con cuadrantes cilíndricos, presenta indicadores unificados y líneas bien definidas. Distribuidos en 75 bocas de venta en todo el país desde la semana que viene, el precio de la gama de Hilux pick up varía desde $ 134.000 a $ 229.000 y la de SW4 desde $ 243.000 a
$ 269.000.
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