Finalmente, Mini lo hizo: un diésel de la marca logró pisar suelo argentino. Se trata del Countryman SD, que ya está a la venta en toda la red de concesionarios y se ubica como la quinta pata de la gama, completada por el One, el Cooper, el Cooper S y el Cooper S ALL4.
El motor en cuestión es un cuatro cilindros 2.0 de inyección directa y 16 válvulas, que entrega 143 caballos de fuerza gracias a su turbocompresor e intercooler. Se ofrece con cajas de seis velocidades, tanto manual como automática, y consigue una velocidad máxima de 198 y 195 km/h, respectivamente. Se trata de un propulsor que le permite acelerar de 0 a 100 en 9,3 segundos (dos décimas más si se lo asocia a la transmisión secuencial), al tiempo que la marca acusa un consumo promedio de 4,6 litros por cada 100 km, mientras que con caja automática la cifra se eleva a 5,7 litros.
Importado de Austria, y con tracción delantera como única opción (en otros mercados también se comercializa una variante 4×4), el Mini Countryman SD manual (45.900 dólares) incluye de serie bondades como frenos ABS, seis airbags, controles de tracción y estabilidad, sistema Start and Stop y techo corredizo. En tanto que el que viene con caja automática (59.900 dólares, también tracción simple) agrega tapizado de cuero y sensores de estacionamiento.
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