Continuando con la oleada de presentaciones, la marca alemana oficializó la tercera generación del SLK, un vehículo con una potente motorización y un diseño exterior que acapara todas las miradas. Llega importado de Alemania en dos versiones y con un precio de 188 mil dólares.
Mercedes-Benz es el protagonista estelar del 2013 en materia de lanzamientos. Como nunca en su historia, ha apostado fuertemente al mercado argentino, y el SLK 55 AMG es uno de los doce actores que se presentarán en el transcurso de este año.
El roadster deportivo se desplaza producto de un propulsor V8 naftero de 5.4 litros de cilindrada e inyección directa, que desarrolla 421 caballos de fuerza a las 6.800 rpm. y 540 Nm de torque a las 4.500 rpm. Este le permite adquirir altas prestaciones: alcanza una velocidad máxima de 280 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos. El consumo mixto es de 8,4 litros cada cien kilómetros.
De serie, los conductores podrán reducir el consumo con el modo de manejo Controlled Efficiency. Este sistema apaga el motor ante una detención, por ejemplo, en un semáforo en rojo, y lo enciende luego de que el conductor levante el pie del freno o pise el acelerador. Los dos programas de conducción más dinámicos Sport y Manual suprimen esta función.
Como su nombre lo indica, es un exponente de los paquetes deportivos AMG. Viene con llantas de 18 pulgadas, equipo de escape con una mariposa de escape a cada lado, kit estético en el frontal, los laterales y la vista trasera. Por fuera luce un nuevo faldón delantero con amplias entradas de aire y luces diurnas de diodos luminosos. Otros elementos destacados son el techo retráctil panorámico, el sistema multimedia con pantalla de 17,8 centímetros en diagonal, dos airbags frontales y dos laterales para cabeza y torso, control de estabilidad y de tracción, y alerta de fatiga.
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