El diseño de este SUV de gama media de Jeep imita al del modelo más grande y lujoso de la marca. Además, la versión que probamos (full, 4×4 y con caja automática-secuencial de 9 marchas) viene con sistemas de asistencia a la conducción, inéditos en un vehículo de esta categoría. Cuesta 2.290.000 pesos.
El Jeep Compass 2020 presenta novedades en materia de equipamiento en sus versiones Sport y Longitude con caja automática de 6 marchas. Pero esta versión que probamos, Limited Plus (la más equipada) con caja automática de novena, no tiene cambios. El Compass lleva más 6.000 unidades comercializadas desde su lanzamiento en el país en el 2017. Todo un referente en su segmento, superando el 42 % de market share acumulado anual. ¿El secreto de su éxito? Su precio. En la categoría más popular de los SUV, Jeep tiene un representante que se posiciona entre los más caros de su clase, el Renegade. Pero en esta categoría de los medianos, el Compass es, lejos, el más económico. Una versión equivalente a este Compass full (2.290.000 pesos) del Kia Sportage, por ejemplo, cuesta 3.300.000 pesos; o del Honde CR-V, $ 3.750.000.
El Jeep Compass se fabrica en Brasil, en la misma planta donde se producen el Jeep Renegade y la Fiat Toro. Esta es la fábrica más moderna del mundo del grupo FCA (Fiat Chrysler Automobiles). Está montado sobre la misma plataforma del Renegade, pero es un poco más grande, más largo y con una mayor distancia entre ejes. Sin embargo el Compass es un poco más chico que los rivales que antes mencionábamos, es como si estuviera a mitad de camino entre dos segmentos.
Hay que destacar que el Compass, además de ser el más económico de su clase, es el que ofrece un mayor nivel de equipamiento. Con asistencias a la conducción inéditas en la categoría: alerta de punto ciego y de tráfico cruzado, alerta de cambio involuntario de carril (con mantenimiento activo de carril), control de velocidad crucero adaptativo y frenado autónomo de emergencia.
El estilo del Compass es otra de sus virtudes. Muy parecido al Jeep Grand Cherokee, el SUV más grande y lujoso de la marca. Y el interior, con muy buena calidad de materiales y terminaciones, ofrece un completísimo equipamiento de confort. Tapizados de cuero, butacas delanteras con regulación eléctrica, doble techo panorámico con apertura eléctrica y black out, climatizador automático bi-zona y central multimedia con pantalla de 7” compatible con Apple Car Play y Android Auto y con función de reconocimiento de voz, entre otros elementos. Además, tiene el sistema de llave de presencia, con botón de arranque y hasta arranque remoto del motor desde la llave, para ir climatizando el interior antes de ingresar al vehículo.
Como buen Jeep, también la capacidad de tracción es destacable. El sistema 4×4 del Compass ofrece cuatro modos de aprovechamiento del torque, para ser usado en diferentes terrenos: nieve, arena o barro. Más un modo automático. Además, tenemos la posibilidad de bloquear el sistema en 4×4 permanente, cuando hacemos un manejo off road a baja velocidad.
El motor del Compass es un naftero 2.4 de 174 CV. Si bien es un poco gastador en ciudad (unos 12 litros cada 100 kilómetros), su excelente caja automática-secuencial de 9 velocidades lo ayudan a tener un consumo más que razonable en ruta. Ya que si ponemos manualmente (con las levas detrás del volante) la novena marcha, a 120 km/h el motor va a ir muy relajado (apenas a 1.500 rpm) y el consumo será de alrededor de 7,5 litros cada 100 kilómetros. Por otro lado, hay que decir que los 174 CV de potencia y el torque de 229 Nm (a 3.900 rpm), le permiten acelerar de 0 a 100 km/h en 10 segundos y alcanzar una máxima de 190 km/h. Tiene un chasis muy equilibrado, entre el buen confort de marcha y la estabilidad para viajar seguros en ruta, y unos neumáticos de bajo perfil (235/45 R19), más propicios para la ruta que para las incursiones off road. Otro detalle importante, la rueda de auxilio que está debajo del piso del baúl tiene la misma llanta y neumático que las que lleva puestas. Nada de ruedas temporales o kits de reparaciones, soluciones pensadas más para Europa que para Sudamérica.