Aunque será distribuido recién a partir de mayo, Mercedes-Benz ya puso a la venta en Europa el nuevo SL 63 AMG, la variante más poderosa y deportiva de su roadster, que se destaca por una construcción ligera y mayor eficacia.
En efecto, su carrocería de aluminio, magnesio y carbono permitió que el SL 63 AMG pese solamente 1.845 kilos, 125 menos que su antecesor, que conforman el marco ideal para alojar a su motor AMG V8 biturbo de 5.5 litros y 537 CV (564 con el paquete AMG Performance), con el que puede acelerar de 0 a 100 km/h en 4,3 segundos (una décima menos con el pack Performance), y alcanzar una velocidad real de hasta 300 km/h.
Semejante potencia, sin embargo, no se traduce en su consumo: la firma alemana prometió que será sólo de 9,9 litros/100 km, lo que significa una reducción de 4,2 l/100 km respecto a su versión anterior. Por su parte, las emisiones de CO2 también sufrieron un drástico descenso, ubicándose en torno a los 231 g/km, 107 menos que el SL 55 AMG.
Como es costumbre en la marca, el diseño, equipamiento y prestaciones del nuevo SL 63 AMG no decepcionan, y ofrece detalles como el sistema de control de atención del conductor, navegador con cargador de 6 DVD, calefacción en los apoyacabezas, programador de velocidad activo, protección previa al choque, alarma de cambio involuntario de carril, detector de vehículos en el ángulo muerto, faros de xenón con iluminación adaptativa y suspensión adaptable, entre otros.
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