Un informe difundido por el Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi) reveló que durante el primer semestre del año el robo de autopartes creció un 19,8% respecto a igual período de 2011. Si el análisis se circunscribe únicamente a vehículos importados, mientras tanto, la cifra se eleva al 29,9%.
Semejante expansión delictiva encuentra sus fundamentos en las trabas a la importación, elemento coyuntural que deja como resultado una importante escasez de repuestos en el mercado local. Sin ir más lejos, quien esto escribe espera desde hace unos dos meses el arribo de una llanta de chapa para así volver a gozar del beneficio de una rueda de auxilio en su vehículo, convenientemente intervenido por manos amigas de lo ajeno antes de que comenzara este crudo invierno.
Los vehículos de procedencia extranjera que más sufrieron este tipo de delito durante el lapso enero-junio de 2012 fueron el Volkswagen Bora (14,4%), el Honda CRV (7,6%), Chevrolet Aveo (5,4%), el Hyundai Santa Fe (4,5%) y el Volkswagen Vento (3%).
La hipótesis también se confirma al observar que el número de autos robados se mantuvo virtualmente en el mismo nivel, registrando un crecimiento de sólo el 0,5%. No obstante, Cesvi destacó que esta modalidad tuvo mucha más participación en el Gran Buenos Aires, donde subió un 11,1% y ya alcanza el 60% de participación en el mapa, siendo la zona Sur la más afectada, al elevarse el delito en cuestión en un 19,4%. ¿Los elegidos del hampa? El Volkswagen Gol, los Fiat Duna y Uno, el Chevrolet Corsa y el Renault Clio.
De acuerdo al organismo, esa situación es inversamente proporcional a la de la Ciudad de Buenos Aires, donde los registros indican una merma del 21,5%, atribuible a la mayor presencia policial en las conocidas como «zonas calientes».
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