El fin de semana se inauguró en Módena, Italia, el Museo Casa Enzo Ferrari, una exhibición permanente que recorre la vida y obra de «Il Commendatore», padre de la famosa casa automotriz.
La iniciativa surgió luego de la restauración de la vieja casona en la que Ferrari pasó sus primeros años, que la vendió para hacerse de su primer auto de carrera. Allí puede apreciarse su famosa habitación violeta, sus agendas y sus inconfundibles anteojos, además de realizar un repaso multimedia por los momentos más destacados de su carrera.
El museo se completa con un moderno edificio de techo amarillo, lindero a la casa y construido para la ocasión, en el que descansan todos sus autos, entre los que resaltan el Auto Avio 815, su primera creación, así como también una una Ferrari 166 MM Barchetta Touring, un Stanguellini Formula Junior, un Maserati Spider Zagato, un Fiat 508 SS MM Coppa d’Oro y un Maserati A6 1500 Pininfarina.
«Creo que este museo es el justo tributo a Enzo Ferrari. El logró conjugar la alta tecnología y el sentido de lo bello, y fue uno de los italianos de los que podemos estar orgullosos», sostuvo el ministro de Turismo italiano, Piero Gnudi. Por su parte, el hijo del Drake, Piero Ferrari, recordó: «Mi padre no se detenía en los errores y tampoco en las victorias, sabiendo que el pasado es inmodificable. El domingo por la noche hablaba de lo que íbamos a hacer en el trabajo al día siguiente. Creía en el futuro».
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