
En su boutique lifestyle de Europa, Citroën comenzó a vender las Seetroën: las primeras gafas pensadas para los viajes. Las mismas fueron diseñadas para evitar el “mal de movimiento”, aquel mareo típico que aparece al intentar leer dentro de un vehículo. Con el objetivo de solucionar el conflicto sensorial que origina el problema, estos lentes recrean la línea del horizonte por medio de un líquido de color.
Una original solución para todos los lectores de largas horas viajando a la costa o los fanáticos de los textos y el transporte público. ¿Servirán para cuando te sentás al revés en el bondi?
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