La cuarta evolución del compacto de MB se convirtió en una propuesta más conveniente al ganar eficiencia, deportividad, habitabilidad y tecnología.
Asociarlo a un carácter decididamente joven. Aquello buscó la terminal de la estrella con el nuevo Clase A durante su evento de lanzamiento, que se distanció de las presentaciones tradicionales mediante una serie de particularidades. Éstas incluyeron una invitación incógnita (MB no le aclaró a la prensa cuál sería el modelo a develar) y una puesta en escena de estilo “underground”, que se materializó en la inserción de andamios, containers, muebles retro, leds, tatuadores, mesas de pool, sets de DJs (tocaron Poncho, Zuker y SidiRum) y montajes lumínicos para tomarse fotos que fueron sumamente aprovechados por los influencers y celebrities que asistieron.
¿A qué responde dicho despliegue? A que el renovado compacto premium busca, según la firma, acercarse a un rango etario más joven y brindar experiencias “centradas en la persona, más cercanas y afines al usuario” para que su tecnología realmente simplifique la vida de sus usuarios.
El portfolio
Podemos hablar largo y tendido de su configuración de gama, pero preferimos no aburrirlos y basarnos en las diferencias mecánicas. Su oferta abarca tres versiones: Style, Progressive y AMG Line. Las dos primeras se proveen del mismo impulsor: un 1.3 naftero de 163 cv a 5.500 rpm y 250 Nm. a 1.620 vueltas, que permite alcanzar los 225 km/h y reemplaza al 1.6 de 156 cv del desarrollo previo. La última, que incluye un look más deportivo a partir del kit estético de la submarca de altas prestaciones, se beneficia de una evolución del dos litros que ya equipaba a su antecesor. El nuevo desarrollo libera 224 cv a 5.500 revoluciones (versus los 211 cv del anterior) y 350 Nm. de par máximo a 1.800 giros.
La caja, para todos los casos, continúa siendo la 7G-DCT de doble embrague y siete marchas (se abandonó la alternativa manual). Pero más allá de los cambios en el vano, la opción de estética más agresiva también contiene un reglaje de suspensión particular que aumenta todavía más su estabilidad (a costa de perder cierto confort) y reduce su despeje en 15 milímetros. Por otro lado y por el momento, la delantera es la única tracción disponible: quienes quieran una variante con transmisión de potencia a las cuatro ruedas tendrán que esperar a las variantes firmadas por AMG, una de las cuales fue presentada globalmente en el pasado Salón de París (Mercedes-AMG A35).
El principal diferencial
El interior está inspirado en el concepto “modern luxury” y es más vanguardista que su predecesor. Su iluminación permite elegir entre 64 tonalidades y está regido por dos grandes pantallas (una dedicada a la multimedia y otra al instrumental, de tamaño variable según la versión) que se funden conformando un único display. Éstas forman parte de un sistema innovador denominado MBUX (por Mercedes-Benz UserExperience), que dispone de inteligencia artificial para aprender y reconocer las preferencias de distintos conductores y luego implementarlas según los gustos. Son ejemplos la regulación del asiento, la luminaria ambiental, las emisoras de radio preferidas o la orientación del mapa de navegación.
Por otro lado, el remozado Clase A se beneficia puertas adentro de un mejorado espacio dentro del habitáculo, merced a una mayor distancia entre ejes (creció 3 mm.) y un ancho de vía acrecentado en 14 mm.
Precios y versiones (octubre)
Mercedes-Benz Clase A 200 Style US$45.800
Mercedes-Benz Clase A 200 Progressive US$51.200
Mercedes-Benz Clase A 250 AMG-Line US$62.300
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